Dos de cada diez personas que viven en los centros de asistencia de alojamiento en Baleares son mujeres con dos características comunes: víctimas de violencia de género y en situación de ‘sinhogarismo’, según la Encuesta a las personas sin hogar en Balears del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2022 a un total de 535 encuestados y que define así la «triple invisibilidad» que se repite en el colectivo femenino.
Estos datos se añaden al estudio sobre víctimas de violencia de género y exclusión residencial que ha empezado a elaborar la Fundación IRES y el Observatori Social de Balears de la UIB, financiado por el IBDona, y que en estos momentos se encuentra en la primera fase.
Entre las conclusiones que esta mañana ha resaltado Nanda Caro, una de las responsables de la redacción del estudio, es que, del análisis cuantitativo a través de 25 entrevistas realizadas a profesionales del servicio de atención a mujeres en exclusión residencial, hay cuatro factores de desprotección: haber vivido un proceso migratorio; haber sido víctimas de violencia de género durante su vida; haber pasado por un proceso de institucionalización en su infancia y no tener red de apoyo en ninguno de los casos anteriores.
La situación actual de vivienda en Mallorca se ha convertido en la principal barrera a la intervención y recuperación para las mujeres víctimas, según se concluye en la primera fase del estudio. En la segunda parte, según ha explicado Nanda Caro, se recogerán las voces de las mujeres que viven la exclusión social.