Las elecciones municipales del próximo 28 de mayo están a la vuelta de la esquina y la población inmigrante que reside en Baleares cada vez es más importante. Los ciudadanos del extranjero que tienen derecho a elegir a sus representantes en los ayuntamientos son aquellos que proceden de países con los que España tiene un acuerdo, en los términos de un tratado. Actualmente, son Bolivia, Cabo Verde, Chile, Colombia, Corea, Ecuador, Islandia, Noruega, Nueva Zelanda, Paraguay, Perú, Reino Unido, Irlanda del Norte y Trinidad y Tobago. También tienen derecho de sufragio activo todas las personas residentes en España que, sin haber adquirido la nacionalidad española, tengan la condición de ciudadanos de la Unión Europea, reúnan los requisitos para ser elector exigidos para los españoles y hayan manifestado su voluntad de votar.

En el caso concreto de Baleares, podrán ejercer su derecho al voto 19.141 extranjeros, lo que representa un 2,3 % del total del censo. Los más numerosos son los alemanes (5.867), los italianos
(3.886), los franceses (1.810), los británicos (1.622) y los rumanos (1.593). En total, hay posibles electores de 36 nacionalidades diferentes a la española.

El director del Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES), Gonzalo Adán, explica que la influencia de los extranjeros con derecho a voto en los próximos comicios municipales es muy pequeña, ya que representan el 2,3 % de los inscritos en el censo electoral. Además, destaca que «la mayoría no votan». Esta opinión es compartida por el catedrático emérito de Geografía Humana de la UIB, Pere Salvà, que añade que los alemanes y los británicos suelen ser jubilados que no acostumbran a acudir a las urnas. «Les interesan más cuestiones como la seguridad, que implicarse en procesos electorales», argumenta Salvà. En este punto, precisa que sí hay más interés cuando hay algún integrante de las listas de su nacionalidad; en este caso sí es habitual que haya más movilización.

Mención aparte merecen los latinoamericanos, que sí tienden a estar más comprometidos con la política. Sin embargo, el catedrático emérito de la UIB aclara que muchos de ellos ya tienen la nacionalidad española, por lo que no aparecen registrados entre los 19.141 extranjeros con derecho a voto en las elecciones municipales.

Poco rentable electoralmente

Adán expone que «el voto de los inmigrantes es poco rentable electoralmente en Baleares, por lo que hay partidos políticos a los que no les merece la pena hacer ese esfuerzo». No obstante, apunta que hay otros que sí lo hacen por «consideraciones políticas».

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