El próximo año se cumplirán 30 del nacimiento del Lobby de Dones, que reunió a pioneras del feminismo en Mallorca y a nuevas voces que, en ese momento –era 1994–, se daban cuenta de que todavía quedaba mucho por hacer no ya por alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres sino para promover los cambios que la hicieran posible. Allí estaba, y todavía está, la abogada feminista y especialista en violencia de género Xisca Mas. Antes de la entrevista asistió en la Delegación del Gobierno al acto de reconocimiento a quienes, como Maria Duran o Miquel Angel Lladó, han hecho bandera de la igualdad y el compromiso con las mujeres.
¿Ha cambiado algo desde 1994?
Sí, las mujeres han ido ocupando espacios profesionales y políticos, entonces no existía la paridad en las listas electorales, y también ha habido avances normativos. Han sido años de avances hacia la igualdad formal. Y decimos formal porque las diferencias siguen, sigue la pobreza con cara de mujer, sigue la violencia contra las mujeres y la violencia de género.
El Lobby recogió el testigo de las pioneras del feminismo.
Desde luego. Del colectivo Pelvis, de Mujeres para la Democracia; ellas han sido nuestras maestras y nuestra referencia. Yo empecé a los 17 años, me metí en la causa del feminismo desde las Juventudes Comunistas. Y ellas ya estaban ahí…
¿La asignatura pendiente es la violencia y los asesinatos machistas?
La violencia de género es la vulneración más grave de los derechos humanos de las mujeres y la consecuencia más trágica del patriarcado. Las cifras son claras, en Balears y Palma vamos en cabeza. Tenemos unos índices altísimos de agresiones sexuales.
Maria Duran dice que el aumento de denuncias no es en sí mala noticia pues emerge lo oculto.
Es una de las lecturas que hacemos cuando nos preguntan por qué hay tantas denuncias. Nosotras queremos creer que ahora las mujeres tienen más fuerza para denunciar y acudir a la vía judicial. Eso es así en parte, pero es que otras estadísticas, no sólo las judiciales, muestran el otro lado. Están las de las urgencias de los centros de salud y lo que nos llega de la asistencia social, todo lo que tiene que ver con situaciones familiares, con la vulnerabilidad, con la prostitución. Hay situaciones que no se denuncian, quizá por desconfianza hacia el sistema judicial. Es una preocupación máxima del feminismo.
Hay quienes hablan de «ideología de género» y critican el feminismo.
Es el discurso negacionista de la extrema derecha, que siempre ha negado los derechos de las personas y que por eso es antifeminista, antiemigrantes y antipobres. Lo preocupante es que estos partidos hayan entrado en las instituciones. Desde el feminismo sabemos que lo primero que hay que hacer es contar lo que pasa, nombrar lo que pasa porque lo que no nombras no existe. Y por eso la extrema derecha cambia el lenguaje. Habla de familia, de violencia intrafamiliar, de ideología de género y de una libertad que no es libertad, porque no puede haber libertad sin igualdad.
Usted es abogada y habrá oído eso de denuncias falsas de mujeres que arruinan la vida de los hombres.
Eso no es cierto, es una frase hecha para manipular las conciencias y a las personas. Cuando dices algo así tienes que apoyarte en estadísticas. ¿Y que dicen las del GGPJ? Pues que el porcentaje es del cero coma muchos ceros que no llegan al 1. Y las de la Fiscalía igual. ¿Por qué sólo se habla de denuncias falsas en este tema y no en otros fraudes de ley en las compraventas, en las contrataciones y en todo lo demás? Pues porque es su modo de desautorizar a las mujeres desautorizando su palabra.
¿Por qué se mata a las mujeres?
Es el sistema patriarcal. Y en el sistema patriarcal los hombres consideran a las mujeres una propiedad. El hombre mata mujeres por ese sentimiento ancestral de posesión y propiedad.
Ha habido cambios legislativos, pero ¿el poder y la administración judicial han hecho los deberes?
La ley orgánica de 2004 contra la violencia de género dio un paso importantísimo porque incorporó, por primera vez, formación específica. Los juzgados han tenido que formarse sobre la marcha, cuando yo estudiaba no existía la violencia de género, se trataba como la común. Pero sigue faltando formación y reforma de protocolos, hay mujeres que no denuncian porque su perfil de mujer maltratada no coincide con el que suponen va a analizarse su caso. Si acuden al sistema judicial, salen decepcionadas. Falta formación judicial en violencia de género. Y no lo digo yo, son recomendaciones a España de la UE y el Convenio de Estambul.
¿La llamada ‘ley del sólo sí es sí’ le ha generado dudas?
No, no he tenido dudas. Lo que ocurre es que se hizo una campaña nefasta de presentación de esta ley. Es una ley muy bien hecha que termina con la diferencia entre abuso y agresión y que, y eso es importante, no se queda en el ámbito penal e incluye medidas que hay que desarrollar. Pero se cruzó por medio la división entre los dos partidos del Gobierno y los medios de comunicación se quedaron con los casos de rebajas de penas y puestas en libertad. Y eso ha ocurrido con cualquier reforma del Código Penal. Ha habido reacciones contra esta ley que sólo se explican desde la misogínia y el machismo. Esperemos que le ley ahora puede desarrollarse y ver sus resultados.
¿Todavía hay motivos para salir a la calle a manifestarse por la igualdad y contra la violencia de género?
Es imprescindible que nos manifestemos, aunque los poderes son cada vez más indiferentes. Pero hay que seguir en la calle y aprovechar todos los espacios para dejar claro lo que nos importa y que no vamos a retroceder ni un paso.