El Servicio de Protección de Especies de la Conselleria d’Agricultura, Pesca i Medi Natural, con la colaboración del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados del IMEDEA, han sido los responsables de la edición de los pósteres divulgativos que se están entregando con la compra de este diario, desde el pasado 24 de febrero. Entrevistamos a Tomàs Bosh, jefe del Servei de Protecció d’Espècies, quien nos adentrará en el fascinante mundo de los insectos polinizadores.
—¿Por qué son tan importantes los insectos polinizadores?
—Estos insectos juegan un papel crucial en nuestros ecosistemas facilitando la reproducción de muchas plantas silvestres y cultivadas. Transportando el polen entre flores de distintos individuos, permiten la fecundación cruzada y promueven la diversidad genética. La gran mayoría de plantas con flores y frutos que hay en el mundo (angiospermas) dependen, en parte, de los animales polinizadores para su reproducción. Si descienden o desaparecen sus poblaciones, se reducirán los servicios de polinización, lo cual podría alterar el equilibrio y la biodiversidad de nuestros ecosistemas, así como también disminuir la producción de nuestros cultivos, principalmente frutas y hortalizas. Por eso, se puede afirmar que el mantenimiento de los procesos ecológicos entre plantas y polinizadores es básico no solo desde un punto de vista ambiental sino también económico y social. Si desaparecieran, la gravedad del problema iría más allá de la pérdida irreversible de especies.
—¿De todos estos polinizadores, ¿qué grupos son los que están en mayor peligro de extinción?
—Hay documentado un declive general de la diversidad de organismos polinizadores a nivel mundial, bajo la amenaza de la actividad humana, incluido el cambio climático. En 2019, un informe mundial de evaluación sobre los insectos confirmó una tendencia negativa en el número de insectos en general, con más del 40% de especies de insectos en peligro de extinción. Solo en Europa, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha estimado que alrededor de un 9% de las especies de abejas y mariposas están amenazadas de extinción. Junto con los escarabajos (coleópteros), las abejas (himenópteros) y las mariposas (lepidópteros) forman la fauna entomológica más afectada y que genera más preocupación respecto a su conservación. En cualquier caso, los insectos polinizadores abrazan grupos tan amplios y diversos que todavía no se dispone de la suficiente información científica sobre su situación y estado de conservación, por lo que ese porcentaje podría ser incluso superior.
«Los insectos polinizadores permiten la fecundación cruzada y promueven la diversidad genética»
—¿A qué se debe este descenso de polinizadores que se ha producido en las últimas décadas?
—Los polinizadores se encuentran bajo la amenaza de múltiples presiones generadas por las actividades humanas. Estas presiones, que actúan simultáneamente y a menudo de forma sinérgica, se centran principalmente en los cambios de uso del suelo y la pérdida de hábitats, el desarrollo de la agricultura intensiva y el uso de pesticidas o plaguicidas, los efectos de la introducción de especies exóticas invasoras o los impactos del cambio climático. De estos, la pérdida de hábitat es probablemente la principal causa de su disminución. La urbanización y la agricultura intensiva reducen y eliminan los hábitats naturales, que son fuente de recursos florales y de refugio de los polinizadores. Diferentes estudios han demostrado que tanto la abundancia como la diversidad de especies de polinizadores, disminuyen a medida que aumenta la distancia a zonas naturales o seminaturales.
—Mañana se publica el póster de los sírfidos. ¿Qué nos puede contar sobre esta clasificación de polinizadores?
—Los sírfidos son las también llamadas ‘moscas de las flores’. Se trata de un grupo que cuenta con pocas especies si lo comparamos con el resto de familias de dípteros (moscas y mosquitos). Su particularidad es que presentan un mimetismo batesiano, esto significa que imitan colores, texturas e incluso formas de abejas y avispas, evitando de esta manera ser atacados por depredadores, que las confunden con ellas. En todo caso, no pueden picar y son inofensivos. Todas las especies de sírfidos pasan por una etapa juvenil en forma de larva y viven dentro del agua en humedales o en cavidades de troncos de árboles viejos o en descomposición. En su etapa adulta son florícolas, cumpliendo un importante papel ecológico, pues se trata del segundo grupo de polinizadores más importante a nivel mundial después de las abejas, y a menudo muestran tasas más altas de visitas a las flores que las propias abejas. También, controlan de manera natural las poblaciones de pulgones; pequeños insectos chupadores de la savia que pueden llegar a suponer importantes plagas sobre cultivos comerciales.
—¿Qué cree que aporta una promoción como la divulgación de estos pósteres para la sociedad?
—En Baleares, durante décadas se ha prestado más atención a la fauna vertebrada; como aves, mamíferos o reptiles, entre otros, que no a la fauna invertebrada, entre la que se encuentran las diferentes especies de insectos polinizadores que figuran en esta promoción, la gran mayoría de las cuales son desconocidas para muchos ciudadanos de nuestras islas. Gracias a esta edición, se darán a conocer los insectos polinizadores del archipiélago, mejorando el conocimiento de nuestras especies de avispas, abejas, sírfidos, mariposas y coleópteros, poniéndolas en valor y ayudando a transmitir a la sociedad su indudable e incalculable importancia ecológica.