Las lesiones deportivas, los esguinces y los problemas articulares en miembros inferiores se han posicionado como las patologías musculoesqueléticas más tratadas en Baleares, según revela un exhaustivo análisis realizado por Alberto Bermejo, profesor del Departamento de Fisioterapia de la Universidad Europea. Este patrón, característico de regiones con fuerte presencia turística y alta práctica deportiva como el archipiélago balear, Canarias o la Comunitat Valenciana, contrasta notablemente con el perfil de dolencias predominantes en otras comunidades autónomas.
El estudio, basado en datos de la Encuesta Nacional de Salud del Instituto Nacional de Estadística (INE) y numerosa literatura científica especializada, señala que el perfil laboral de cada región constituye un factor «determinante» en la prevalencia de ciertas patologías. «No es lo mismo tratar a un paciente que pasa ocho horas al día frente a un ordenador que a uno que trabaja en la construcción o en el campo», afirma Bermejo, quien además considera cruciales otros elementos como el clima, la edad de la población, el nivel de estrés, los hábitos alimentarios, el nivel educativo y el estatus socioeconómico.
Esta investigación pone de manifiesto que, mientras en Baleares predominan las lesiones vinculadas a la actividad física y el deporte, el mapa nacional de dolencias musculoesqueléticas presenta variaciones significativas según el territorio, dibujando un panorama diverso que refleja las particularidades sociales, económicas y demográficas de cada comunidad.
El mapa del dolor en España: cada región, un perfil diferente
La geografía española muestra patrones claramente diferenciados en cuanto a las patologías musculoesqueléticas predominantes. En las grandes urbes como Madrid y Barcelona, donde abundan los trabajos de oficina y el teletrabajo, las cervicalgias, lumbalgias y el síndrome del túnel carpiano se posicionan como las afecciones más comunes. Estas dolencias derivan principalmente del sedentarismo y la deficiente ergonomía, con posturas inadecuadas mantenidas durante largas jornadas frente al ordenador.
Un fenómeno en auge en estos entornos urbanos es el síndrome del piramidal, directamente relacionado con la permanencia prolongada en posición sentada, que afecta a un músculo situado en la región glútea y puede provocar dolor intenso en esta zona e incluso irradiarse por el nervio ciático.
En contraste, las zonas con predominio agrícola o industrial como Andalucía, Castilla-La Mancha o Galicia presentan mayor incidencia de lesiones por sobrecarga muscular, tendinopatías y problemas lumbares. Estas patologías surgen como consecuencia de trabajos físicamente exigentes con movimientos repetitivos que provocan sobreuso de determinadas estructuras corporales.
«Estos trabajos pueden derivar en tendinopatías en hombros, codos y rodillas, así como lumbalgias mecánicas, hernias discales, fracturas por estrés y esguinces, especialmente frecuentes en sectores como la construcción o la agricultura», explica el fisioterapeuta en su análisis.
Edad y estilo de vida: factores determinantes en el perfil de patologías
El factor demográfico juega también un papel crucial en esta distribución territorial de dolencias. Comunidades con población más envejecida, como Castilla y León o Asturias, registran mayor prevalencia de patologías degenerativas como la artrosis, la osteoporosis y las fracturas por fragilidad ósea, directamente vinculadas al proceso natural de envejecimiento.
Por otro lado, en regiones como Andalucía, Extremadura o Castilla-La Mancha se observa una mayor concentración de pacientes con patologías musculoesqueléticas crónicas, fenómeno que el experto asocia a la combinación de elevadas tasas de sedentarismo, obesidad y cierto envejecimiento poblacional. En el extremo opuesto, autonomías como País Vasco, Navarra o Cataluña presentan mejores indicadores de salud musculoesquelética gracias a una implementación más efectiva de programas preventivos y mejores hábitos de actividad física entre sus habitantes.
La accesibilidad a la fisioterapia: clave en la prevención y tratamiento
Un hallazgo relevante del estudio subraya la importancia del acceso a servicios de fisioterapia, tanto en el ámbito público como privado, como factor determinante no solo en la evolución de las dolencias sino también en su prevención. «En lugares donde la fisioterapia es más accesible, los problemas musculoesqueléticos pueden ser tratados en fases iniciales, evitando que se cronifiquen y mejorando significativamente la calidad de vida», sostiene Bermejo. Sin embargo, advierte que en aquellas regiones con menor disponibilidad de estos servicios, «los pacientes tienden a buscar ayuda cuando el dolor ya está más avanzado, lo que incrementa el riesgo de complicaciones a largo plazo».
A la luz de estas diferencias territoriales, el experto recomienda adaptar las estrategias preventivas según el entorno laboral predominante. Para trabajos sedentarios, sugiere implementar «pausas activas, buena ergonomía y actividad física regular», mientras que para empleos físicamente exigentes como los del sector agrícola, industrial o de la construcción, aconseja formación en técnicas adecuadas de carga, rotación de tareas y programas específicos de fortalecimiento muscular.