Nunca antes las encuestas electorales habían tenido tanta importancia en los procesos de elecciones que se han celebrado en nuestro país. La fragmentación de la oferta de partidos que concurren a los comicios, el inédito escenario de hasta cinco elecciones en el plazo de un mes -generales, autonómicas, municipales, europeas y, en el caso de Baleares, también insulares-, así como la dificultad de intuir la intención de voto de los ciudadanos en un momento tan cambiante convierten las encuestas electorales en una herramienta de gran importancia y, también, de gran influencia en el propio proceso al convertirse ellas mismas en protagonistas del entorno político y mediático.

Esta era una de las reflexiones que Gonzalo Adán, doctor en psicología social y director del Instituto Balear de Estudios Sociales, dejaba a los lectores de mallorcadiario.com en la entrevista publicada por el digital este domingo. Adán dibuja el panorama político español como el de un país que ha madurado políticamente y se aleja de la ideología para ser más racional a la hora de emitir su voto. Para el director del IBES, este proceso nos acerca a las democracias occidentales ya consolidadas.

Llama la atención, también, la excesiva importancia que, a su juicio, se le está dando a las redes sociales en la fase previa a la toma de decisiones por parte de los votantes. Para Adán es «un espejismo» pensar que el elevado movimiento en redes de determinados partidos tenga una correlación con el resultado posterior en los comicios.

Las reflexiones de Gonzalo Adán llevan a pensar en lo mucho que ha avanzado el país desde la reinstauración de la democracia y en lo prácticos y, a la vez, influenciables que se han ido haciendo los votantes. Votantes que, en una gran mayoría, pueden cambiar el sentido de su voto -a veces de forma radical- con gran facilidad.

En este sentido, el director del IBES describe un país en el que «si el 100 por cien de los españoles fueran a votar, seguramente habría una suma mayoritaria de votos de centroizquierda». Es una tendencia que no es únicamente española, sino de todo el entorno. Adán concreta: «la izquierda suele promulgar una serie de principios que son más cómodos para el posible elector, más sociales que los de la derecha, que defiende una libertad de mercado que en el fondo es competitiva y menos cómoda aunque pueda propiciar a la larga mejores frutos «. Una visión política nada despreciable.

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