La futura ley estatal de Formación Profesional (FP) ha incorporado el modelo balear de prácticas en empresas con contrato laboral, la llamada FP dual.
Según ha explicado el director general de FP i Ensenyaments Artístics Superiors, Antoni Baos, «el anteproyecto de ley estatal establece que las prácticas de FP en empresas deberán realizarse siempre con contrato laboral, tal como se hace en Balears. Las Islas son la única comunidad que tiene implantado este sistema dual de formación en los centros y prácticas con contrato en las empresas. El resto de comunidades recurre a las prácticas gratuitas –el estudiante no percibe nada por su formación en empresas– o a un sistema de becas, pero sin contrato laboral. Aragón también tenía un modelo de contratos, pero finalmente se ha pasado a las becas».
La FP dual de Baleares ha sido un modelo de éxito, de tal manera que Baos calcula que para el próximo curso habrá unas 600 demandas para 300 plazas. El director general apunta que «la FP dual aporta al estudiante seguridad jurídica, social y sanitaria, además de cotizar a la Seguridad Social. Tanto es así que, durante la pandemia, han pasado a los ERTE o han mantenido sus contratos como cualquier otro trabajador, sin despidos».
Por otra parte, el conseller de Model Econòmic, Turisme i Treball, Iago Negueruela, y el conseller d’Educació, Martí March, presentaron ayer la oferta de FP para la ocupación (dirigida a personas sin empleo) del curso 2021-22. Su oferta se incrementa en un 40 % mediante una inversión de 4,6 millones de euros, cuando en el curso pasado fue de 3 millones. Los responsables del Govern calculan que se podrán atender más de 1.600 plazas frente al millar del curso anterior, contratando un total de 88 docentes más.
Esta oferta se impartirá en 30 institutos y centros integrados de FP, 14 más que en el curso anterior, e incluye los certificados de profesionalidad para los trabajadores sin titulación que pueden acreditar experiencia y competencias en los oficios.
La formación para la ocupación se puede convalidar por módulos de FP reglada y su programación se revisa anualmente, atendiendo las necesidades concretas del mercado laboral y la demanda. Por familias profesionales, se ha pasado de 199 a 332 cursos y acciones formativas. El conseller Negueruela destacó que «este tipo de formación tiene un elevado índice de inserción laboral, un 65 % en los primeros seis meses después de haber finalizado los cursos».