Lo que empezó con una reunión celebrada en el CEIP Verge de Lluc de Palma hace un año, se ha convertido en una red contra la segregación escolar que no deja de crecer y que ya aglutina 15 centros del municipio, cinco asociaciones de familias y dos sindicatos. La pasividad de la Conselleria d’Educació y del ayuntamiento para atajar este problema histórico alimenta la lucha de estas entidades, que este miércoles han hecho un llamamiento para ampliar la red que reclama medidas para evitar la distribución desigual del alumnado. «Queremos sumar y aumentar la masa crítica», ha explicado el miembro de la comisión de segregación escolar y maestro del Verge de Lluc Iñaki Aicart.
Estos colegios acogen muchos más alumnos procedentes de familias con dificultades económicas, inmigrantes o con necesidades de apoyo social o educativo, que otros centros. De hecho, el 22 % los centros públicos y concertados de Infantil, Primaria y ESO de Palma tuvieron matriculados el curso pasado más de un 30 % de estudiantes con Necessitats Específiques de Suport Educatiu (NESE), por lo que incumplieron la normativa educativa balear, que establece que no debe superarse dicho porcentaje. Además, el peso de la segregación la asumen los centros públicos, que se hacen cargo del 78,5 % de estos alumnos vulnerables, mientras que los concertados asumen el 21,5 %.
La comisión del Verge de Lluc publicó estos datos el pasado noviembre, tras solicitarlos a la Conselleria. «Pese a la gravedad de estos datos, que no han sido refutados por la Conselleria, no ha habido ninguna respuesta ni movimiento» de las administraciones, critican desde la red. Además, recuerdan que los nuevos acuerdos marco de la enseñanza pública y concertada no prevén ninguna medida contra la segregación.
Medidas concretas
«Ante la inacción de los dirigentes políticos, la suma de nuestras voces tiene que servir de recordatorio y de exigencia a favor de una política inclusiva real y no de cara a la galería», según las entidades denunciantes. Para sumar fuerzas, han impulsado un manifiesto con el que esperan difundir esta «injusta» situación.
El documento propone actuaciones concretas, como entrevistar a las familias que se escolarizan por primera vez a sus hijos para establecer un reparto equitativo entre centros según la situación de cada menor. No superar la cuota máxima de alumnos NESE y cerrar la matriculación en los grupos donde se exceda es otra de las peticiones, así como modificar la normativa para conseguir una reserva real de plazas de incorporación tardía en todos los centros. También reclaman más plazas públicas porque en 10 años no se ha construido ninguna escuela en Palma. Además, piden la gratuidad de los centros concertados y rehacer el mapa escolar para establecer una redistribución más inclusiva.
Los miembros que apoyan estas propuestas y forman parte de la red contra la segregación son los colegios de educación infantil y primaria Es Vivero, Verge de Lluc, Es Secar de la Real, Camilo José Cela, Miquel Porcel, Es Pont, Son Canals, Rafal Nou, Son Anglada, Alexandre Rosselló, Es Molinar Infant Felip y Gabriel Vallseca. Además del colegio concertado Manjón y los institutos Son Pacs y La Ribera. Las asociaciones de familias del Verge de Lluc, Es Secar de la Real, Son Pacs, La Ribera, Es Vivero y la Federació d’Associacions de Pares i Mares (FAPA) de Mallorca también apoyan la iniciativa, al igual que los sindicatos STEI y Alternativa y la asociación de vecinos del barrio de Verge de Lluc.