Una encuesta del Instituto IPSOS para Ultima Hora y otros diarios regionales españoles anticipa que los resultados electorales pondrán de nuevo al país ante una tesitura complicada, donde ningún bloque tendrá una mayoría clara para formar gobierno. El PSOE prácticamente repetirá resultados; el PP mejorará sus posiciones; Podemos y Vox caerán algo; Cs es quien más expuesto está a una debacle, y los partidos catalanes conservarán su representación decisiva si no hay acuerdos por otros lados.
El sondeo de IPSOS revela lo que los políticos se niegan con cabezonería a aceptar: el electorado ni es tonto ni es fácil de engañar. Pedro Sánchez ha protagonizado durante todo el verano un paripé repleto de trucos mediáticos para meter al país en nuevas elecciones. Y ha humillado a Podemos vetando a su secretario general, cual faraón negociando mendrugos con sus esclavos hebreos. Repetirá a la baja el 10-N su amarga victoria, pero con sabor a impotencia. Y el PP sube.
El PSOE, responsable
En la línea del sondeo del Istituto IBES exclusivo para Ultima Hora, el sondeo de IPSOS indica también que infinidad de votantes le calado a Sánchez. El 47’1 % de los electores culpa directamente al PSOE del fracaso de las negociaciones, frente al 11’5 % que responsabiliza a Unidas Podemos, mientras que el 28´8% culpa a todos. Este dato es demoledor. La estrategia de endosarle el ‘muerto’ del fracaso a Iglesias ha fracasado. Los esfuerzos de telediario manoseado protagonizados por las escuderas sanchistas Carmen Calvo y Adriana Lastra han sido tiros de escopeta de feria. El grueso del electorado se mantiene firme en sus convicciones y preferencias. No es tan fácil de manipular. Ya no cuelan los espectáculos de magia de teatro chino con cajones de doble fondo.
A ello hay que añadir que el 85´7% de los votantes tendrá en cuenta estas marrullerías en el momento implacable del veredicto. Sánchez se queda varado en un resultado muy parecido al de abril, ligeramente a la baja, según el presente sondeo.
Así, examinando tendencias (que es lo que de verdad cuenta en demoscopia) muestra que, junto al PSOE, también bajan Ciudadanos (más de un punto) y Vox, con una ligera caída de medio punto. Por contra, sube de manera clara el PP (que puede ser el vencedor moral del 10-N si Pablo Casado sedimenta su actual discurso y mensajes moderados) y Unidas Podemos, que se acerca al punto de crecimiento, lo cual prueba que Iglesias ha logrado convencer a mucha gente de que el trilero de la ruptura de la izquierda es Pedro Sánchez y no él.
Si se cumplen estos resultados, ¿qué puede pasar después del 10-N? Corresponderá a Sánchez intentar formar Gobierno. No podrá ni acercarse a Podemos después de haber dicho que el 95 % de los españoles no dormirían si llegasen al Ejecutivo. Le quedarán dos caminos: el más probable es pactar con un Ciudadanos a la baja donde Albert Rivera ya habrá renunciado a ser jefe de la oposición. No será sencillo porque la suma de ambas formaciones puede no alcanzar según el sondeo los 176 escaños, por lo que la situación podría ser parecida a la de 2016, en la que el pacto Sánchez-Rivera no fue suficiente ante la oposición de Rajoy e Iglesias.
Por tanto, la otra solución es también viable: un acuerdo de gobernabilidad PSOE-PP, que salvaría los muebles. Pero si Casado le da a Sánchez el portazo al actual secretario general del PSOE tal vez no le quedaría otra opción que dimitir. Sánchez se la juega personalmente el 10-N mucho más de lo que cree.