Las redes sociales –o, más concretamente, la visión estereotipada de las relaciones entre hombres y mujeres que se toman como modelo– han creado una imagen irreal en el colectivo de adolescentes y jóvenes de entre 14 y 18 años que, en muchos casos, parece asumir como aceptables relaciones de control en las parejas.

Es lo que, junto a otras conclusiones, se desprende del informe La percepció de la igualtat i les violències masclistas entre l’alumnat de 14 a 18 anys de les Illes Balears encargado por el Institut Balear de la Dona (IBD) y que se actualiza cíclicamente con la idea de convertirlo en un plan piloto con soluciones a la violencia machista. La última actualización es de julio de este año.

La nueva directora del IBD, la abogada Maria Duran, conoce perfectamente sus conclusiones y lo tendrá en cuenta para avanzar en una de las propuestas que pretende concretar en esta legislatura recién iniciada: extender la coeducación a todos los centros de las Islas.

«Ahora hay actividades en todos los centros pero la idea es que haya agentes de coeducación en todos los colegios», explica en una conversación con ese diario.

El estudio, que parte de las respuestas del alumnado de tercero y cuarto de ESO y primero de Bachiller en 9 institutos de las islas pretendía «comprender cómo percibe la juventud de las Islas conceptos como amor romántico, sexualidad, igualdad y violencia o los roles hegemónicos de género».

En un apartado de sus conclusiones, el informe (elaborado por un equipo especializado del grupo de estudios SomAtents por encargo del IBD) constata que «las redes sociales se convierten en el muro de la narrativa del amor romántico e imponen las lógicas capitalistas propias de las narrativas mediáticas: acumulación, hiperconsumo, ostentación y espectacularización del yo».

En este sentido, resume, «trasladan la visión de un reality permanente donde «la narrativa del modelo de amor romántico se basa en la confianza o la desconfianza y de esta narrativa se derivan violencias machistas como son el control, el chantaje o la manipulación».

El informe incide en que poco a poco va desapareciendo la idea de la privacidad y que «el control del móvil es habitual tanto en chicos como chicas y no siempre se considera violencia».

Maria Duran no quiere generalizar ni, «mucho menos», cuestionar las redes sociales. Afirma que siempre hay que ir avanzando en la igualdad y que es cierto que hay un grupo de jóvenes donde se asuma como normal «que las chiccas cedan a los chicos la contraseña de su móvil».

El IBD ‘contratacará’ y potenciará su información en las redes sociales y dedicará Instagram (citado en el informe) para sus mensajes a favor de la igualdad y en contra de la violencia machista.

Instagram es las red más utilizada por este segmento de la población, más que Twitter y Facebook.

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