El optimismo está comenzando a ser un sentimiento que renace en la sociedad balear después de tres años de depresión. Esta es una de las principales conclusiones que ofrece el sondeo realizado en exclusiva para Ultima Hora por el Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES), el cual aborda la evolución de la percepción personal sobre la situación económica desde septiembre de 2011 hasta junio de este año en sucesivas oleadas.

El trabajo del IBES señala que en los últimos meses se ha producido un importante avance en la percepción positiva de la economía balear, toda vez que un 25 por ciento de los ciudadanos considera que este año vive mejor que en 2013.

Este índice contrasta con el registrado hace dos años. En junio de 2012 sólo un 2 por ciento de los residentes en las Islas manifestaba que su situación personal había mejorado como consecuencia de la evolución de la economía.

Entre septiembre de 2011 y diciembre de 2012 los porcentajes de ciudadanos que admiten que su situación ha mejorado son en la práctica irrelevantes. El cambio de tendencia se ha producido en los últimos meses, desde diciembre de 2013 hasta junio de este año.

Un futuro mejor

Es en estos últimos meses cuando la sociedad balear comienza a notar los primeros síntomas de la recuperación económica, toda vez que las acumulaciones porcentuales ya son significativas, del 14 y el 25 por ciento, respectivamente.

El sondeo del Instituto Balear de Estudios Sociales también aborda el sentimiento de los ciudadanos de las Islas por el futuro, y un significativo 30 por ciento confiesa que mejorará respecto a la situación actual.

Esta confianza en una mejoría de las condiciones de vida para los próximos meses también ha sufrido una evolución creciente en los últimos meses ya que, tal y como se evidencia en el trabajo demoscópico del IBES, es también en este período cuando se manifiesta una clara confianza en el futuro con índices que se pueden considerar significativos.

Optimismo ibicenco

Durante los años 2011 y 2012 el pesimismo era el sentimiento más generalizado en la sociedad balear, en paralelo con la evolución negativa de la economía, francamente pesimista. Sólo un 7 por ciento se mostraba confiado en una cambio de la situación en junio de 2012, y eso que se estaba a las puertas de una temporada turística.

La distribución territorial de las valoraciones sobre la situación económica refleja, a tenor del trabajo del Instituto Balear de Estudios Sociales, cambios sustanciales entre Mallorca, Menorca e Ibiza. Así, en la mayor de las Pitiusas se concentran los grados más elevados de optimismo económico. En Eivissa un 26 por ciento de sus residentes admite que ahora vive mejor que el año pasado, doce puntos por encima que los menorquines. En Mallorca, lo admite un 18 por ciento.

La confianza en el futuro también se concentra de manera significativa entre la población ibicenca. Hasta un 39 por ciento cree que en 2015 estará mejor o mucho mejor que este año, un porcentaje muy superior que el de Mallorca –un 30 por ciento– y muy por delante de los menorquines, cuya confianza en una mejoría sustancial de la economía y su repercusión personal sólo alcanza el 28 por ciento, once punto por debajo de los ibicencos.

La encuesta del IBES mantiene una clara correlación con la diferente situación económica de cada una de las islas. Eivissa ha mantenido, durante toda la crisis, una situación privilegiada respecto al resto de territorios de la Comunitat Autònoma ya que los efectos adversos han quedado matizados por las buenas campañas turísticas y el dinamismo de su economía. Los diferentes estudios han reflejado esta constante durante los años de recesión, la cual se mantiene cuando se inicia la recuperación.

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