El expresident del Govern balear Jaume Matas ofreció ayer una rueda de prensa en un hotel de la Colònia de Sant Jordi, tras conocerse la reducción de su condena por parte del Tribunal Supremo por la pieza del caso Palma Arena referente a los discursos de Antonio Alemany.
Matas ha manifestado que «la sentencia corrobora que tengo que creer en la justicia«. Ha reconocido además sentir en el día de hoy «satisfacción». Sin embargo, el también exministro no está totalmente de acuerdo con el fallo del Supremo por lo que estudia un recurso de amparo por haber sido condenado a nueve meses por un delito de tráfico de influencias. En este sentido ha afirmado que la condena impuesta inicialmente por la Audiencia de Palma era «totalmente injusta y desmesurada».
Confía el expresident en que la «la verdad se acabará imponiendo», tras un proceso que califica de «muy duro».
Matas, que ha asegurado que nunca regresará a la vida política, ha reiterado en varias ocasiones su «respeto» a la Justicia, la de Baleares y la de España, ha precisado.
Ante casi medio centenar de periodistas, Matas ha dicho que tiene la conciencia «muy tranquila», ha defendido su acción de gobierno y ha evitado pronunciarse sobre si llevaría a cabo de nuevo la construcción del velódromo Palma Arena, origen de la amplia investigación judicial que pesa sobre él.
Al inicio de su comparecencia, Matas ha querido recordar a su familia y a todas las personas que le han apoyado, también miembros del PP de Baleares y de Madrid, así como a sus abogados, y ha anunciado que «de aquí en adelante» mantendrá la misma actitud de respeto a la Justicia, «totalmente seguro» de su inocencia y convencido de que «se impondrá la verdad».
Ha comparecido en un hotel costero, ante el asombro de los turistas extranjeros por la presencia de cámaras y fotógrafos, para atender las numerosas solicitudes de declaraciones que le habían formulado los medios de comunicación.
Aunque ha sido preguntado con insistencia si se ha sentido perseguido judicialmente, el exministro ha explicitado sin dudar su respeto a «todos» los jueces y fiscales, aunque se ha congratulado de que los que le condenaron en Palma «al final se han equivocado».
También ha subrayado que la decisión judicial del Supremo conocida hoy se ha producido en el «peor ambiente de todos», en alusión al clima social y económico que vive el país.
«No soy culpable», ha respondido el expresidente cuando ha sido preguntado por el delito que aún pesa sobre él en este caso y por el resto de causas, y ha subrayado que ninguno de ellos se refiere a la imputación de apropiación indebida.
Preguntado sobre si volverá a la política en caso de que se demuestre su inocencia en todas las causas abiertas, el exmandatario balear ha respondido que hace seis años que dejó la actividad pública y no tiene intención de volver «en absoluto».
Preguntado por las jornadas deportivas que el Govern contrató a la empresa de Iñaki Urdangarin y Diego Torres, el Instituto Nóos, Matas ha mantenido la utilidad y el interés social de las mismas. «Naturalmente nosotros (el Govern balear) desconocíamos lo que ha pasado posteriormente» sobre las presuntas actividades irregulares de Nóos.
La figura de Urdangarin, ha añadido, tenía en aquella época una «gran credibilidad y, sobre todo, una gran capacidad de atracción», como «se demostró» al conseguir que se desplazaran a Baleares relevantes figuras del deporte que participaron en esas jornadas.