La celebración de unas hipotéticas elecciones autonómicas provocaría un auténtico desastre electoral en el Partido Popular, que perdería su amplia hegemonía política en el Parlament al pasar de los actuales 35 escaños hasta los 28-29 que le atribuye el último sondeo realizado por el Instituto Balear de Estudios Sociales, IBES, en exclusiva para Ultima Hora.

El retroceso electoral de los conservadores se compensa con un avance de los socialistas y el regreso al Parlament de Esquerra Unida, que podría obtener hasta tres diputados autonómicos. Además, se produce una fragmentación del voto que abríría la puerta institucional a formaciones que nunca han tenido representación en la Cámara con sus propias siglas, como es el caso de Unión Progreso y Democracia, que a nivel estatal lidera Rosa Díez, y Proposta per les Illes, la formación regionalista que lidera Jaume Font. Esta dispersión del voto abre numerosas opciones postelectorales tanto en favor de la continuidad del PP en el poder como el regreso de la izquierda al Govern.

Protestas ciudadanas

A pesar del incremento del optimismo sobre la situación general de las Islas, el Govern que preside José Ramón Bauzá no puede frenar el notable desgaste que le genera la gestión de la actual crisis económica y sus consecuencias, en especial en los recortes de servicios públicos como la sanidad y la educación.

Además, todo indica que el equipo que lidera Bauzá acusa el efecto de algunas de las decisiones más polémicas que ha protagonizado, las cuales a pesar de contar con un notable apoyo por parte de su electorado también han reactivado las bases de sus principales adversarios políticos en la oposición. En esta pugna, la coalición econacionalista Més, que lidera Biel Barceló, es la que sale más claramente beneficiada, incluso frente a los socialistas de Francina Armengol.

El avance de Esquerra Unida, cuyo líder balear es Manel Carmona, hay que atribuirlo a la corriente estatal ya que no tiene ningún tipo de presencia institucional desde los comicios de mayo de 2011 y, por tanto, es reflejo de un clima generalizado.

No obstante, cabe indicar que en los últimos meses el Govern ha logrado mejorar, cuatro décimas, su nota, debido a la remodelación que realizó el president y que le ha permitido recuperar en algo la confianza de su electorado.

Retroceso generalizado

Las dificultades del Partido Popular alcanzan a todas las circunscripciones, según se pone de manifiesto en el sondeo del IBES, circunstancia que evidencia que el rechazo a las políticas del Govern responden a una sensación global y no a una cuestión concreta.

De hecho, con el resultado del sondeo del IBES, la continuidad del PP en el poder ya no es una cuestión que pueda resolver en solitario Bauzá, al contrario, su permanencia queda a expensas del juego de coaliciones en las que podría obligar a la entrada de una o dos formaciones políticas diferentes, una hipótesis que alejaría las posibilidades de un acuerdo.

En este caso el papel de Proposta per les Illes (PI), de Font, en función de la horquilla de escaños, podría ser el voto que decidiría una victoria conservadora o progresista en el Parlament que surgirá de las elecciones de mayo de 2015.

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