Los ciudadanos baleares han señalado la aglomeración de coches en los núcleos urbanos como el principal problema de la masificación veraniega. Así lo revela la encuesta del Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES) realizada en exclusiva para Ultima Hora y que interrogaba a los habitantes de las diferentes Islas sobre las molestias que les ha causado la saturación vivida en los meses de temporada alta. La sobrecarga de vehículos que han experimentado vías urbanas e interurbanas han sido captadas a lo largo del verano en multitud de vídeos de usuarios que posteriormente se han difundido en redes sociales y medios de comunicación.

Las imágenes de interminables regueros de coches en las vías de acceso a núcleos turísticos, principalmente costeros, han sido una constante en esta temporada turística: Cala Varques, Cala Llombards, es Trenc, Deià, Valldemossa… Hasta un 56 % de los baleares consultados en el estudio demoscópico lo apuntan como el problema número uno de este verano. No obstante, se pone el foco del problema sobre los efectos de la masificación de vehículos en el interior de los núcleos urbanos (el apartado de saturación general de la red viaria llega solo al 43 %), de modo que el crecimiento del parque automovilístico residencial, con prácticamente un coche por habitante, es el principal catalizador de un problema que explota, según la percepción pública, con el incremento de los coches de alquiler, aunque su cantidad (unos 70.000 vehículos) sea en proporción mucho más baja, especialmente después de la pandemia.

Los residentes en Eivissa y Menorca son incluso más incisivos respecto a este problema, ya que en estas Islas los porcentajes de los encuestados hartos de la masificación automovilística son mayores, con un 72 % y un 68 % respectivamente, mientras que Mallorca marca un 55 %. Cabe destacar que en Eivissa la saturación en los aparcamientos (quinto problema a nivel de todo el Archipiélago) llegó a ser mencionada por un 76 % de los encuestados, mientras que en Menorca alcanzó un 61 %.

Los ciudadanos de Palma son los que menos se refieren a este problema con un 43 %; en su caso la masificación de turistas en las calles de Ciutat ocupa la primera posición de su lista apareciendo en un 51 % de las quejas ciudadanas. La masificación de turistas en las calles ocupa la tercera posición en el balance balear. Menorca es la isla que acumula una mayor proporción de quejas al respecto, con un 67 %.

Palma, la más afectada

El exceso de gente en las calles    (en junio, julio y agosto llegaron más de ocho millones de turistas) ha tenido otras derivadas especialmente conflictivas esta verano, como ha sido el caso de la saturación en el transporte público, especialmente en autobuses y trenes. Aparece en la décimosegunda posición con un 25 % de las menciones. Palma es la que acumula más quejas sobre el transporte público con un 35 % de menciones. Por contra, en Menorca y Eivissa –menos afectadas– este problema adquiere tintes meramente testimoniales al quedarse en un 9 % y un 7 %, respectivamente. La falta de taxis también es una consecuencia percibida como más problemática en la capital balear: un 32 % de las menciones frente al 20 % en el conjunto de las Islas.

Los perjuicios medioambientales se sitúan un poco más abajo en la lista: el deterioro del entorno natural ocupa la sexta posición con un 44 % de las menciones. Los menorquines son los ciudadanos más sensibles con esta problemática con un 57 % frente al 44 % de media balear. Asimismo, la suciedad en las playas llega al 42 % en Balears y al 57 % y el 49 % en Menorca y Eivissa, respectivamente.

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