Todo está por escribirse de aquí al 28 de mayo. Queda cuatro meses para que los partidos de Baleares rompan el empate técnico que dibuja la encuesta del Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES) para Ultima Hora. No es un empate absoluto, porque el sondeo coloca a la izquierda por delante, pero la enormidad de factores que mantiene abierta la encuesta deja el resultado más incierto que nunca.
El PP gana las elecciones, pero ahora mismo no suma los votos suficientes para gobernar, ni siquiera con el apoyo de Vox. Suman 29 cuando la mayoría se logra con 30. El PSIB pierde las elecciones, pero gana el Govern. Incluso en su peor resultado la izquierda logra 30 escaños, con el voto de Formentera incluido.
El trazo grueso de la encuesta dibuja, por tanto una izquierda que acaricia su tercer mandato pero que tiene a PP y Vox al acecho. Las tendencias apuntan a una consolidación del voto de derechas y a una desmotivación de la izquierda, pero todo puede cambiar en cuestión de días, de ahí la importancia de mantener o revertir tendencias de aquí al 28 de mayo.
Hay un elemento que puede ser determinante para el resultado final de las urnas: saber qué pasa con el PI. La formación insularista sufre un gran desgaste motivado por sus problemas internos y por la fuga de votos al PP y ello le deja al borde del precipicio.
El dilema del PI
Con un 4,8 % de los votos que le otorga el sondeo, el PI se juega el ser o no ser. Ese porcentaje le deja fuera del hemiciclo, pero, con un 5,2 % de los votos, entraría con dos escaños. No solo eso, porque esos dos asientos en la Cámara balear podrían ser la clave de que el futuro gobierno de Baleares vire a la izquierda o a la derecha. Del desastre a la gloria por unas décimas.
Si el PI no entra en la Cámara balear, aún hay otro elemento que podría ser decisivo para conformar mayorías. El diputado de Formentera puede volver a ser el eje central de las elecciones, como lo fue en su día para consagrar o hundir a Jaume Matas y Francesc Antich. Formentera puede sumar el diputado número 30 y ser el que decide el Govern. La encuesta señala una victoria para los partidos de izquierdas, pero la mayoría es tan ajustada que puede darse el vuelco por un puñado de votos.
La letra pequeña de la encuesta dibuja cómo se encuentra en estos momentos cada uno de los partidos. El PP es el partido más votado y logra una gran remontada con más de un 30 % de los votos y entre 21 y 22 escaños.
El PSIB pierde el primer puesto pero gana posiciones con respecto al sondeo de octubre, en el que sufría un desplome. Cae de manera notable en porcentaje, pero eso apenas se nota en su resultado, ya que pierde entre 1 y 2 escaños y se queda con un margen entre 17 y 18 diputados.
Vox pasaría a ser la tercera fuerza política en el Parlament, por detrás de los dos partidos mayoritarios. Logra siete escaños, con un 13,2 % de los votos, lo que supone más que doblar su presencia actual en el Parlament, con solo tres escaños.
La izquierda, a la baja
Podemos sigue a la baja al lograr 5 diputados, uno menos que en 2019 y la mitad de los que tuvo en 2015, cuando irrumpió el Parlament con fuerza. Está aún por ver de qué manera puede influir o no la aparición de Sumar, la plataforma de Yolanda Díaz y en qué medida afecta a las expectativas de Podemos el próximo mes de mayo.
Més consolida sus cuatro diputados, aunque su porcentaje también es menor del que logró en mayo de 2019. No se acerca al mejor resultado de su historia, el que obtuvo en 2015 con seis diputados para los ecosoberanistas.
El único partido de izquierdas que gana votos en las próximas elecciones es Més per Menorca. Todos los demás pierden diputados a porcentaje de votos. Més per Menorca, no. Recupera el diputado que perdió en 2019 y el resultado valida que, para los menorquines, la opción de no formar parte del Govern de Francina Armengol ha sido buena en términos electorales.
A partir de aquí aparecen los partidos con más problemas para entrar en el Parlament balear. El PI se juega esos dos escaños que serán claves para determinar mayorías, pero Cs desaparece del hemiciclo y no repite ninguno de sus actuales cinco diputados. Con un 3,6 % de los votos, queda lejos de conseguir representación y además aleja la opción de que la derecha gobierne. Los votos de Cs no le darán escaños ni se sumarán a los del PP.