LA ENCUESTA publicada por este diario en mayo de 2024 -del Instituto Balear de Estudios Sociales- daba al PP casi un 39 % de intención de voto en la media balear y 28 diputados. Un año antes obtuvo un 36 % de apoyos y 25 escaños. A reserva de la próxima que se publique y de las que maneja el Govern, el panorama no puede haber empeorado para los de Marga Prohens. Incluso es posible que un futuro sondeo les sonría aún más. Si bien es pertinente imaginar que son conscientes del potencial erosivo de su flanco débil: la vivienda. Nada en él les está saliendo como pensaron. Y superada la mitad de la legislatura -se convocará a urnas a finales de marzo de 2027- supone un claro riesgo para su porvenir electoral. Por eso el empeño de la presidenta en sacar cómo sea los 20.000 pisos -la mitad de protección- que anunció -y que en el PP se ven como tantos otros votos- y su enfado con la portavoz ultra que se los ha bloqueado junto al PSOE.

PARA PROHENS es esencial cerrar ese flanco. En política turística los datos son tan abrumadores contra la izquierda que sólo las parroquias respectivas ultra ideologizadas creen el cuento de que cuando gobernaron el PSOE, los Més y Podemos algo hicieron contra la saturación. Que la multiplicaron -no tanto por convicción como por incompetencia y vasallaje a los hoteleros- está fuera de duda. Quién va a creerles ahora. No pasa igual en vivienda: por lo ya analizado por servidor, el común de los ciudadanos responsabiliza de este desastre social a los que gobiernan, no a los que gobernaron. Y al ser cuestión transversal asusta al PP que se identifique a Prohens con lo mismo que a Francina Armengol y compañía: nada práctico, todo retórica y propaganda.

CUALQUIER opción del PP de alcanzar la mayoría absoluta o al menos de mejorar los resultados de 2023 pasa por tener el paraguas del voto nacional y, a la vez, que en las cuestiones autóctonas que pueden activar la participación -aunque sea en una porción minoritaria- nada haya que impulse a la izquierda por encima de 2023. En ese objetivo estratégico la vivienda va a ser el elemento táctico nuclear.

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